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La cita de mañana pondrá el punto y final a la temporada en la localidad canaria de Puerto Calero

Puerto Calero (Lanzarote), 17 de octubre de 2008.- Con una media de 13-14 nudos de viento del noreste el Comité daba comienzo a la segunda jornada de los Grand Prix en el Trofeo César Manrique que hasta mañana se disputan las unidades como broche final a una intensa temporada de la Quebramar Cup. Con la ausencia del barco patroneado por Natalia Via Dufresne, el Bodegas Luís Alegre, que tuvo que dejar la competición tras romper el quijonete del timón, las siete embarcaciones restantes se dispusieron a cruzar el ecuador de la cita lanzeroteña.

 

Tras una buena primera salida, los roles volvían a complicar las maniobras y el GP42 Madrid no lograba remontar en la primera mitad de la manga. Tras el paso por sotavento el GP42 patroneado por el olímpico José María Van Der Ploeg se jugaba todo a una sola carta, montaba nuevamente barlovento en los puestos del final y no lograba recortar posiciones hasta la última empopada. Un acierto en la táctica de la tripulación les valía pasar por delante del Roma y el Caser Quum, alzándose así con la quinta plaza a media eslora del cuarto, el suizo Near Miss.

Un fuera de línea en la segunda prueba del día obligaba al equipo del Madrid a penalizarse, mientras que el resto de unidades aumentaban su distancia. Pronto fue capaz de alcanzar al Caser Quum, con el que protagonizó una intensa lucha por la sexta posición, que finalmente no pudo ser.

El segundo llegó de la mano de la tercera y última prueba de la jornada, en la que el Madrid, muy recuperado, se mantuvo a la cabeza a lo largo de todo el recorrido, por delante únicamente el Near Miss. Tras las mangas disputadas hoy y a falta de que mañana se complete la competición, el Airis, con dos segundos y un tercero, se pone al frente de la clasificación, seguido por Bertrand Pacé y el Desafío de Laureano Wizner.

El patrón del GP42 Madrid, José María Van Der Ploeg, reconocía a su llegada a puerto que “en la primera regata no hemos estado muy acertados, salimos bien pero acusamos falta de velocidad en la embarcación, a partir de ahí hemos empeorado”. Según explicó, en la segunda prueba a pesar de estar muy bien posicionados, un desfase de tiempo entre la medición y la electrónica les hizo perder tiempo, “nos avisaron tarde y al penalizarnos la diferencia con las demás unidades fue irrecuperable, a pesar de pisarle los talones al Quum”. Finalmente comentó que se están encontrando con un campo de regatas complicado en el que los caprichosos roles no se alían con la flota.