Historia del Finn de Van der Ploeg
La primera vez que navegue en Finn fue en Pálamos en el invierno del año 1976 con un Finn Roga, invitado por la Federación Española de Vela y navegue contra Joaquín Blanco y José Luis Doreste con una tramontana moderada y fue ese mismo barco el ESP 105 el que me llevo en el año 89 y 90 hasta los JJ.OO de Barcelona.
El Finn siempre fue para mi una clase admirada y excepcional tanto por la calidad de sus regatistas, Paul Elvstrom, Serge Maury, Jochen Schuman, John Bertrand, Cameron Lewis, etc….. así como por la cantidad y la calidad de regatistas en las Finn Gold Cup, recuerdo que para mi era un honor navegar entre finistas tan legendarios y tan buenos, lastima que mi estatura y peso no fueran adecuadas para aquel barco tan grande y duro.
Mi sueño e ilusión era que algún día pudiera ir a unos JJ.OO. En 1980, estuve a punto de ir como tripulante de Soling, ya que Blanco y Doreste eran inalcanzables, en 1984, tenia posibilidades pero mi inexperiencia y mi inmadurez hicieron que perdiera todas las posibilidades de representar a mi pais, fue entonces cuando vi que mi oportunidad había pasado y que ese sueño tenia que olvidarlo y decidí trabajar en la docencia de la vela, por aquellos días (desde el año 79) era director técnico de la Federación Catalana de Vela y decidí entrenar a niños y juveniles con cierto éxito.
Fue un día de 1986, que mi amigo José Luis Doreste me llamo y me propuso que le ayudara a conseguir su sueño olímpico. Me acuerdo que lo medite mucho por que no quería dejar mi trabajo en la Federación Catalana de Vela pero quería ayudar a Josele en su objetivo así que ideamos un plan de trabajar muchas horas, el como médico y yo en mi trabajo y el resto de horas a navegar, competir y soñar. Éramos un equipo ideal, además yo tenia una confianza ciega en él por que era un regatista excepcional y un control mental envidiable y él sabía yo que le iba ayudar a ser mejor en el agua, y ha ser el más rápido. Trabajaba como si el Finn lo llevara yo, solo que cuando competía lo llevaba Joséle. Y así ganamos la Finn Gold Cup del 87 en Kiel y el Europeo del 88 de Medemblick y los JJ.OO de Seul.
Tras Seúl mi autoestima deportiva era excepcional ya que había conseguido mi sueño de ir a unos JJ.OO y ganar una medalla de oro como entrenador de FINN!!!!
Al poco tiempo de volver también comprendí que esos dos años había aprendido muchísimo, sobre todo de Josele y de sus contrincantes y de sus entrenadores también y había visto como se ganaba unos JJ.OO y aprendí de todos los detalles, los buenos y los no tan buenos.
Empecé con mi Roga ESP 105, que lo rescate tras estar abandonado en un club y que restaure y con él ví que navegaba mucho mejor que antes!!!
Pero la Federación Española de Vela quería que continuara como entrenador de Finn para los JJ.OO de Barcelona 92, pero ya estaba cansado!
En aquellos momentos en Barcelona, navegaban Finistas muy buenos y tenia la suerte de poder navegar con ellos y mejorar.
En Diciembre del 90, un grupo de amigos me ayudan a tomar una decisión muy difícil y que fue la de dimitir de entrenador de la Federación Española de Vela de la clase Finn.
Fue una decisión muy meditada junto con mi buen amigo y posteriormente entrenador para los JJ.OO de Barcelona y Atlanta, Josep Seguer. Analizamos todos los puntos importantes de cómo ha de ser el mejor FINISTA y empezamos a trabajar muy duro en el aspecto físico, en la fortaleza mental y también en el aspecto técnico.
Vuelvo a hacer una preparación muy natural, donde el trabajo cotidiano y el entrenar es secundario y sobre todo mi diversión. Financio mi propia preparación y eso me hace ser muy independiente de la Federación Española de Vela quién a través de su Presidente y Presidente de preparación olímpica no me hacen la vida muy cómoda en los años 91 y 92.
Organizo muchos entrenamientos en la Costa Brava y Barcelona con Stuart Chinderley, patrón muy rápido con viento fuerte y muy metódico y con un joven Frederic Loof que ya se le ven maneras de que será un gran campeón. También un Philippe Presti muy joven.
El segundo lugar en el Europeo del 91 en Anzio y el primer lugar en la Preolímpica de Barcelona 91 me hacen ver posibilidades a 12 meses vista. Pero primero hay que ganar la selección olimpica y eso fue duro, muy duro.
Tras conseguir la clasificación llegue a los JJ.OO Barcelona muy fatigado mentalmente y casi fuera de forma pero con mucha determinación, afronto situaciones que sirven de test para saber si estoy preparado en el aspecto técnico y mental, los supero, pero las lesiones en mis hombros me harán llegar por los pelos a los JJ.OO.
Los días previos a los JJ.OO atesoro una velocidad fantástica y tengo muy claro lo que tengo que conseguir y tengo una constante en mi cabeza todo el tiempo “para ser campeón olímpico no hace falta ganar ninguna prueba”.
Navego en los JJ.OO muy concentrado, con mi viento 8-12 kts. nunca debo acabar peor que 3º, con más viento no ser peor de 8º, hay que salir muy bien y ser muy rápido en largos y popas. Mi otra constante es “paso a paso, un punto es un punto navega con la cabeza no con el corazón”.
El campo de regatas de Barcelona lo conozco muy bien y tengo claro donde ir y donde no ir, aunque a veces mis contrincantes directos me hacen estar en sitios donde se que que no hay que estar, pero eso me hace valorar muy bien los riesgos.
El penúltimo día, puedo ser campeón olímpico, y ese día dejo mi cabeza y voy donde quiero ir y gano la prueba y la medalla de oro a falta de la ultima prueba.
Mi sueño se había hecho realidad, casi por casualidad después de 34 años y ha partir de ese día una vida ha empezado para mi.
José María van der Ploeg